El poder de empezar: reflexiones desde un camino regenerativo imperfecto

Buenas, ¡regeneradoras(es)!

He estado un poco desaparecida estas semanas, pero ha sido porque he estado inmersa en muchas cosas maravillosas... Lo bueno de esto es que ahora tengo aún más historias que compartir.

Fotografía tomada del programa TRP realizado en Biovilla Sustentabilidade en Palmela, Portugal.

Cuando me senté a pensar sobre qué tema escribir para esta entrada de blog —tengo como veinte mil ideas rondando— me pregunté: ¿cuál de todas es más relevante para este momento? ¿Para mí, y para quienes compartimos este camino?

La respuesta fue: muchas.

¿Y para cuál tengo las palabras perfectas? Para ninguna.

Así que empiezo así: imperfectamente.

Y es que, cuando hablamos de diseño y desarrollo regenerativo, tenemos que recordar que se rige por los principios de los sistemas vivos, los cuales no funcionan con mapas estáticos ni con estructuras rígidas.

Funcionan como redes dinámicas, adaptables, interdependientes y en constante evolución.

Durante los últimos dos meses, entre España y Portugal, he tenido la fortuna de participar en procesos muy interesantes y con aprendizajes valiosísimos.

Y es que, amigas(os), nunca dejamos de aprender.

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Uno de los aprendizajes más bonitos ha sido ver cómo está emergiendo con fuerza el movimiento regenerativo en esta parte del mundo. Existen muchas más iniciativas de las que imaginaba.

¿Pero cuántas de ellas se reconocen como “regenerativas” o incluso “en camino hacia la regeneración”? Muy pocas.

Primero, porque es cierto que ningún proyecto es completamente regenerativo; todo es un proceso de evolución.

Pero también porque, cuando alguien empieza a adentrarse en el desarrollo regenerativo —especialmente en el ámbito del turismo, donde no hay prácticas definidas— se da cuenta de la profundidad del enfoque y del cambio de paradigma que implica. Y entonces, aparece la inseguridad.

También me pasó a mi cuando comencé.

Cuando empecé a adentrarme en el tema en 2016, sabía que me faltaba mucho por aprender, pero aun así me lancé a escribir una tesis sin tener demasiadas referencias. No porque mi conocimiento fuera perfecto, sino porque confiaba en mi capacidad para analizar, conectar ideas, sistematizar y aterrizar conceptos complejos en algo comprensible.

Quería dejar una semillita y sentía que era importante. Muy importante comenzar a hablar del tema y difundirlo.

¿Hubiera sido mejor a esperar a hacerlo ahora que ya tengo un recorrido? Por supuesto que no.

Y lo mismo con el primer programa que lancé, o el primer taller que facilité.

¿Qué me impulsaba? Mi propósito, mis valores y la intuición de que era fundamental comenzar a comprender qué significa realmente la regeneración en el turismo. Aunque no fuera perfecto.

Fotografía tomada del evento realizado en Cerdanya Viva del 18 al 21 de junio 2025

Hay muchos proyectos que tienen esa intuición, esa pasión y ese impulso para hacerlo, y que ya están haciendo un trabajo precioso.

¿Estoy diciendo con esto que todo el mundo debe escribir o dar cursos sobre turismo regenerativo (o regeneración en general) tras leer un artículo o ver un vídeo? Para nada.

El greenwashing —cuando se banaliza la sostenibilidad o la regeneración mediante afirmaciones vacías para ganar posicionamiento— es una irresponsabilidad. Además, cuando no comprendemos algo en profundidad, corremos el riesgo de confundir a los demás.

Pero el greenhushing – el no comunicar nuestros esfuerzos en regeneración por miedo a recibir críticas, tampoco es útil.

Pensemos en aquellas personas que quieren empezar y no saben cómo – cada experiencia compartida contribuye a la evolución del campo de conocimiento. Solo debemos hacerlo desde la humildad, la curiosidad, y las ganas de mejorar.

Lo que he aprendido sobre avanzar con dudas y hablar de ello

Cuando una(o) se lanza a hablar de su proyecto, de su camino, se abre todo un abanico de posibilidades. Cuando mostramos nuestra vulnerabilidad, nuestros pasos, ayudamos a otras personas, inspiramos y ofrecemos puntos de vista quizá no explorados anteriormente.

Y lo entiendo: exponerse en redes sociales da cierto respeto. Siempre habrá quien señale una palabra o idea que cree equivocada (e incluso eso está bien si está hecho desde el respeto – podemos aprender mucho de esa retroalimentación). Pero hay muchas, muchas personas que agradecerán ese compartir.

Relaciones e interconexiones: una de las cosas más valiosas de "salir ahí fuera" es conocer y conectar con una red de personas en tu mismo camino. Compartir aprendizajes, retos, frustraciones y logros es profundamente enriquecedor.

Flujo y retroalimentación: el ensayo y error, la experimentación, el juego... todo eso permite intercambiar energía e información con tu entorno. Te ayuda a recibir retroalimentación valiosa para ajustar lo que no funciona y fortalecer lo que sí. Aprender y adaptarte. Como los sistemas vivos.

Autoorganización y confianza: no necesitas ser un(a) experta, ni tener un plan maestro, ni una lista exacta de prácticas a seguir. Estamos acostumbradas(os) a sistemas jerárquicos que nos dicen qué hacer, pero aquí no hay recetas universales. Solo principios; patrones. Cada lugar es único, con su historia, ritmos y relaciones. Confía en tu instinto. Apóyate en la inteligencia colectiva. Y cuantas más voces diversas, mejor.

Empieza con lo que tienes: no esperes a tener todos los recursos. Ve paso a paso. El Congreso "Turismo. The Future is Regenerative" fue el primer congreso inmersivo liderado por personas practicantes de la regeneración. Se organizó con muy poco presupuesto y en solo un mes. No pudo ser más perfecto. Se compartieron trayectorias, experiencias, dudas y reflexiones. Se tejió un lazo valiosísimo. Y dejó a todos los participantes con ganas de más. Lo nuevo emergió de los intercambios, de las experiencias, de las necesidades identificadas. Echa un vistazo a su sitio web, es un ejemplo precioso de evolución a la regeneración.

Fotografía tomada del evento realizado en Cerdanya Viva del 18 al 21 de junio 2025

¿Y si quieres empezar?

Lo mínimo para empezar es… eso mismo. Empezar.
Si eres una empresa turística, hace un tiempo escribí un post sobre seis claves fundamentales para implementar la regeneración en tu operadora turística. Puedes leerlo aquí:
👉 6 claves fundamentales para la implementación de la regeneración en tu operadora turística

No tengas miedo. Tampoco pereza. El camino es largo, así que mejor no demorar el primer paso.

La evolución es constante

Todas(os) estamos en camino. Y, como ocurre con los sistemas vivos, la evolución nunca se detiene.

De hecho, la capacidad de evolucionar es esencial en cualquier proceso regenerativo: para nuestros proyectos, nuestros territorios y también para nosotras(os) mismas(os).

Como dijo Anna Pollock en el congreso —y como he vivido en mi propia experiencia—: el turismo no es regenerativo; una empresa no es regenerativa; tampoco lo es un edificio ni un territorio.

La regeneración es un proceso.

Un proceso hermoso que crea las condiciones para que la vida florezca. Y mientras creas esas condiciones, también las estás creando para ti: el proceso también te transforma.

En este camino, no se pueden controlar los resultados ni fijar una meta inamovible. Porque nada es lineal. Es el camino el que te va enseñando las lecciones que necesitas. Y compartir ese camino también forma parte del aprendizaje.

Ese proceso comienza cuando das el primer paso, aunque sea imperfecto.

Así que, te animo a contar tu historia. 💚

P.D.:

🌱¿Te gustaría contar con apoyo en tu territorio para diseñar y facilitar procesos participativos?

🌍¿Quieres incorporar los principios regenerativos en tu proyecto, organización o comunidad y aprender a aplicarlos de forma práctica?

🎓¿Estás buscando un taller o un acompañamiento personalizado para transitar hacia una mirada regenerativa?

✨ Escríbeme a sonia@theregenlab.com y estaré encantada de acompañarte en el proceso.

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De la operación a la facilitación como práctica regenerativa